Flor
La que crepita en la noche
que trajo Prometeo
con su disfraz de tigre
o de rayo.
Escenas empañadas por la lluvia
Agujera una gota la arena
del cielo
se desprende otra hacia mi enfrente
y comienzan a caer
lejanas en la arena
siembran flores negras
y la toma por asalto
el vapor pinta lo que pinta ribera
construye la planicie de la arena
se levanta el olor y llueve
corre el mar su velo de lluvia
llueve todo el cielo
sobre la arena mansa
y las astillas de luz que mueren
llueve por el nublado bosque contiguo
sobre sus árboles
sobre las hojas que su color encienden
sobre los pájaros acurrucados
en la tierra nutrida de luz
sobre el mar acribillado que en su sorpresa se subordina
sin truenos
en marea creciente sobre el mar que se encrespa
y lanza a conquistar el margen
por mar abierto
que en horizonte gris se mece
Y lloverá, lloverá más allá
por la casa de los amigos
en sus ventanas
en sus patios
en las botellas vacías
sobre las macetas
las banquetas sus pequeños ríos que se empujan y desbordan
los bosques de trébol y zacate devorado
llueves
te precipitas torrencial y última
en tempo andante te escancias
fina
sobre manos envueltas en brisa
porque sí
y nadie imaginaba que hablaba de ti
pero hoy llueve para mí
náufrago en la arena
Ahora te haces un poco para arriba
después de haberme sorprendido
y entre tus ojos y los míos
dejas un hilo de luz
entonces me pregunto, lluvia
¿En qué lago estarás acostada?
Dos casi de la misma estatura
Sí fui inocente,
entré con descuido al amor,
de un paso grande.
De inmediato gané el odio de los Capuleto
el odio al extranjero, la sentencia.
y casi ya no lo fui.
Perdí sangre, gané polvo,
calles hostiles, imagen technicolor del mundo.
Pero durante tres noches hubo una leche protectora desde las estrellas
unos brazos de árbol viejo
que eran cielo
y finos dedos
Después comenzó la cacería,
soltaron al perro alegre
nació la intermitente electrificada corona placentaria,
la persecución a toda hora, a toda tarde, la era sin descanso.
Perdí un nombre y gané otro
perdí una piel y gané otra.
El mundo era un globo aerostático y yo era el alfiler fatal
Corrimos hacia tu consultorio
Corrimos hacia el patio en sombras
exprimimos el amor
corrieron los riachuelos ante los jurados de la noche
surcaron las mentiras en el aire fresco
se pulieron como el cuarzo en la superficie de la noche
cayeron como cristales ingenuos
Latió nuestro carrete de la sangre
se movía escalones adentro de nosotros,
tus mejillas estaban encendidas. Todo fue muy sangriento.
El pueblo de veces que te esperé en aquella esquina
unidos por un hilo fino umbilical transparente pasadizo
la noche de los ojos y las estrellas y dos
casi de la misma estatura Estás alto, dijiste,
te dije lo que yo te dije, no sé lo que te dije no recuerdo
no importa, pudo ser cualquier cosa.
Ahora soy como un lobo, y no tiene relevancia
salvo que los pelajes son hermosos.
Me puedo quitar esta piel en cualquier
y dormir desnudos.
Escucha la barahunda; los toneles de los primeros carros,
los motores fríos entrando en calor y alejándose
lo que transcurre en tiempo presente
los pájaros se despliegan de los cables
como bostezo bala hacia el horizonte
tus cabellos en la almohada,
un ovni, la ventana,
no estaba enamorado,
era mi casa, el mundo.
No en el DF, no.
Te sigo como un perro
y tú duermes
yo galopo calles
a la luz de los semáforos
con mis ojos de recién nacido
Qué viaje, qué viaje
me duele el costado
mis costillas de perro
barrotes diamantados en hielo
soy de una tribu que no conoce miembros
los mapas se despliegan en la noche
como palabras que de repente, suenan.
Me gustaría platicarte del escampado de estas calles
pero no puedo.
NO TE ENTIENDO
Eres como un pájaro pero en inglés,
pero muy bello.
Tus canciones indies me aniquilaron
entristecieron, regocijaron.
Luego levantaste una bandera azul
como un domingo
que hiciste durar siete o doce años
y en las afueras de mi casa
me doblé como un patriarca
mientras los chicos lollipop pasan derribando los buzones
Hay que navegar con palabras dentro como una figura firme en popa
Hay que navegar sin palabras como una copa.
Mi lugar en el mundo es ocupado por otros locos, -saltan las bebidas- me toca a mí hablar con calma de las cosas.
Otra sangre fluirá con mi sangre haciendo de la mía otro riachuelo.
Hay situaciones que tal vez urgen, tal vez urgen, tal vez. Pero otro día, hoy es el día que navego.
PARA HABLAR AL mundo lo divido en dos y coloco un inocuo paredón de plomo
entre mí y el marco de mi hija
Junto las manos y alejo el aire en otra dirección previniendio cualquier clase de cuchillos
va cualquier noticia, cualquier murmullo.
Se apaga el mundo
De vuelta a su acérico y mi visión aérea
viene un incendio desde el aire
y se planta al frente con una flor
Hubo un toro, apenas minotauro, apenas hombre, apenas...
las venas dibujan del mundo un mapa más amable
(fruto de otro fruto de otro fruto).
Los pensamientos se agrandan
traspasan el techo, los ojos se abren
Latí toda la noche, inexplicablemente, sin ayuda de nadie, a oscuras.
Se soltó a los patos que vuelan en la noche, se ancharon los cielos,
corrieron unos cerrojos.
Late como una barca que navega calmadamente a la otra orilla
concentrado ese pulsar pequeño escasamente luminoso.
y aquí afloran todos los buenos consejos, en la piel del sueño.
La esforzada sabiduría zen en batalla con el cuerpo y al mismo tiempo haciendo las pases. Lo que estará aún por descifrarse.
El mundo desapareció sus signos,
los edificios pierden sus ladrillos válidos,
las amenazas no tienen impulso
Lato casi solo, dice, o por lo menos a solas, entre beatífica neblina
Sillas nuevas y lucidas se hunden en el fuego en oriente
los árboles canturrean una canción sin palabras que nos acompaña
al despertar multitudinario de los grillos.
y te dije y surgiste entera
como rayo de otra vía láctea
y dije sin énfasis "¿vienes?"y hubo de bastar una vez
necesitábamos esta oportunidad
entonces te toqué la mano-y lo permitiste,
acercaste tu cuello, eso vi
y se cayerontodos los permisos como sellos que se iban rompiendo
y ya no nos importaban
descorrimos todos nuestro cerrojos
algo fluía como el vino pero más dulce.
"Así que así sabe la revolución", pensé.
Orgulloso de este cuerpo
que me ha llevado y me ha traído
demonio feliz ¿de cuántas se ha salvado?
por los músculos o la estructura ósea no lo suficientemente valorada y sus vísceras juveniles.
Incluso hoy
cuando creyó que los perros lo destrozarían
lo han guiado.
Ahora que las piedras son más duras a los pies la cabeza hace dramáticos recuentos,
es sólo el peligro de pensar.
Nada grave, me señalan con su verde las hojas de los árboles.
Tantas cosas por decir, que la juventud debe estar más adelante y un tubo de órgano para el canto.
A dónde voy con este pedazo de poema,
a la ciudad no, por cierto, por lo menos no sin su cubierta contra el mundo de mi bolsillo.
Allá se deshacen como agua los poemas.
Sólo hay un rumor que crece,
y el himno de confianza
de la pisada y extendida tierra
365
Al correr la cortina
la oscuridad ahoga el cuarto
el espejo se ciega
pero veo tu silueta
mirar aquella abertura en la cortinad
onde la luz debilitada flota
un auto se pierde en la avenida
escombros de la mañana
te levantas y despides esa luz
ahora no nos vemos a nosotros mismos
toco tu antebrazo
la piel es una tarde que se incendia
Tu cuerpo era de nieve
de nieve ya fundida
más bien canela hundida en las almohadas
tus ojos de esperanto con el cabello esparcido
antes (minutos) cuidado con esmero,
tu cuello, una viga
que puede resistir al amor, respiración.
El plástico del brasier es un nudo gordiano,
dedos, dientes que dan el tajo.
Desanudados senos
y cuando el balance está hecho
un cocodrilo cierra su boca en una noche de calor
Soberanos y plebeyos
El Estado perdió interés en nosotros.
-Es bello tu jardín, observó el Rey,
y nuestras gracias sonaron huecas.
No nos habíamos preguntado tan en serio
si teníamos alma.
En contraste, lo reconocimos.
Fui al campo,
antes pensaba con ansiedad contagiada
ya no existe "en el fondo del bosque"
"En el fondo del bosque" es sólo una bella imagen de Grimm y Andersen, de Alejandro Dumas
Sin embargo vengo del fondo del bosque
y mis palabras son parientes que de pronto se
hermanan
Llega la figura femenina que sostengo con un lazo no sé si de palabras o mi intención
Mira, te traigo estas semillas
son pensamientos
ella me mira comprensible y oportuna
me besa, la beso,
me corresponde como si fuera un héroe
nos inclinamos, columnas de carne
y cuando empujo sus labios algo cede
es su historia en marejada de confianza
Afuera, corre la corriente salvaje
con un viento inofensivo
A veces creo que escucho las pasos de las hormigas
y el destello del sol es como el pasado
vagan mis pensamientos en aparentemente estancias que se alargan
como en no el no tiempo en la no muerte como la niñez de siempr
pero con un ceño fruncido de Iscariote en máscara
surgido entre las señas naturales
el agua en los no poros de la hierba
el sol sostenido a raso
para dorar mi espalda
es la luz bienhechora
pero ya no la oscuridad donde temía.
volver al tunel de la luz
a la insoportabilidad de las manzanas
Volver al helado que te mancha
volver a la mancha
volver a la enanez
Hay dias que me viene una tristeza
-y no es tu culpa, amor-
De qué semilla acompañante llega este barro lluvioso
Y no hay caso en forcejear
ni dirimir cuchillos -acaso los tuyos, quizás, un poco-
Es mas bien comprender qué hacía en aquel balcón
mirando el abismo de la calle y a la vecina que me advertía con su voz muda que me hiciera hacia atrás
a mis tres años y medio.
O quizá no se trate de nombrar.
Y dejar salir el barro floreciente
No nos sueltes corazón de corazones
no nos dejes
caer dispersos
Aunque no nos ates tan estrechos
deja a cada quien en su campo
pero que yo los pueda ver
De esencia lumínica: mira de frente a lo oscuro.
La vanidad: no cesa de llamarse sí misma fuego.
Sitiado por la nieve, lámpara de fiebre,
va colocando en silencio luces
que iluminarán estancias nuevas, Proust.
Pero mayor incendio hay
en quien siente que su boca ya no quema
que se han vuelto en desuso los caminos
que su vida late adentro, cercada,
como un león vuelto contra sí mismo
El bosque es incendio en reposo
animal pacífico dormido en su quietud
hasta que el aire tiembla
y el tronco percibe la inminencia
como si lo circulara sangre
las suicidas ramas se inclinan
sobre las más secas ramas
a la gota de fuego que despierta
Si renuncio a lo que tengo por seguir nuevos mandatos
y la noche prado de futuros corazones pasa a ser fina lección
y las calle, corredor en perpetuo movimiento
La tarde terremoto de espirituales y carnales circunstancias
me arroja a quemarropa estas preguntas
soy de una fiebre de plata y estaño
y no debería de sorprenderme tener oídos en los ojos
Dicen que tirar piedrecitas
a los pies de una mujer
que las recoge sin notarlo
significa ha aceptado que entres
y en esta tarde morosa
algo crece
como una flor que los turba
Tras el muro
lo que dejé a mi espalda en mi impulso adolescente
èsta es la distancia a la que me condujeron mis deseos
el jardín donde todo ha crecido en desorden
y ahora tras el muro se eleva una enredadera
que cae en mis palabras
sobre mi cabellera
y en las venas de mi corazón
EN ESTE BAZAR hebreo neoyorquino de las calles
indiferente a mis rostros más amados
te busco entre la gente
como si corriera en un pasillo despejando miles de cortinas
llego a la noche alumbrado por estrellas sin oriente
y hay un aire de ti que la delinea
que hasta me laten besos en las sienes
Si la noche es esta frontera
tú estás mirando allá
desde los altos cristales
Vamos sobre las balas
entre esquirlas de aire
vamos sobre, no entre ni contra
Yo voy entre matas salvajes -o edificios-
y Clint avanza en nubes de justicia
¿Quién osó en volver terreno para disparos mi ciudad?
Todo por el maldito puente
Avanzamos
y no sé si seré yo o será Clint
quien volará el maldito puente
Amado furia
poco lugar te he concedido
en cumbres de fuego
has iluminado mi rostro
Pasada la tormenta
has traído los amores más sinceros
coraza abierta
koán del viento del norte
pelaje tendido al sol lobo ballenero
El hombre del pelo blanco colocó su bastón a un lado
y sonrío a la joven mesera que venía
no sé si era un lascivo, era mi padre o era yo
Ya mayor el hombre
al alejarse la chica miró y palpó la parte de madera blanca de la mesa
con el esbozo de sonrisa apacible
No sé si ella se parecía a la hermana de una amiga, su voz era la de una conocida
no sé si era realmente amable
o era su trabajo serlo
o si así era su carácter
Para él quizá la sonrisa era mucho o quizá lo era todou, quizá ella lo sabía, ¡quizá no!
Sólo cumplía la labor antigua de los meseros:
dar alimento al hombre cansado
tal vez consideraba su tarea banal
quizá ni le importaba
quizá el viejo era sólo un viejo
Pero para las viejas manos que sacaron de un fólder las tomografías del cerebro
quizá ella era la representante de la vida
Cuando supe que no me iba a quedar
me salí a flotar como una esfera.
No quise saber de mi árbol, ni saber de mi fruto,
pues yo mismo era una rama despegando.
Y se dice fácil, pero me costó el no querer saber
la consecuencia de mis actos
ell precio que pagarían mi mente y mi carne aun vivas.
Me duele la comparación de mi ligereza
con los que firman orgullosos sus libros con su nombre.
He debido voltear
al horizonte de casas repetidas,
objetos libres de nombre
librería desconocida es el mundo.
He preferido tener el vuelo de aquellos pájaros con gracia
que hablar de mi magneto por las tumbas.
Cuando supe que no me iba a quedar
dejé todo de lado:
fue la caída de las tablillas de arcilla, de los grandes conciertos,
de las grandes novelas, la disminución de lo mayúsculo y hermoso.
Brotaron los campos verdes con su incógnita de sentido a pleno sol
Cuando supe que no me iba a quedar
dije adiós al amor de las mujeres,
luego regresó con su potencia, su terquedad
de abrir, de abrir agujeros en el cielo presente
Cuando vi que no iba a quedarme quise irme desde antes
o por lo menos prepararme
Cuando vi que no iba a quedarme
quise quedarme, pero más.
Estudios sobre la luz
Dañan los golpes de la vida a mi intelecto
las ganas de pensar
Quiero cultivar
tal vez así las manos me reconcilien con la tierra
y con la luz,
pueda entonces volver a pensar
II
No hay tiempo para la luz alegre
hay que salir a la luz sin sentido
la que da en el plexo
y en la frente: la luz alegre.
III
No hay tiempo para morir
Hay que saber vivir primero
no tiempo para las serpientes
que salen del estómago
hay que llevar a deshacerlas en la luz
IV
Yo me iré contigo en busca de las sombras
para guiarte en el camino.
V
Una vez más debo extraer la luz de arriba
y tenderla con la mano.
No es la primera vez
ni será la última,
y lo que digo es verdad.
VI
Mañana será el día
que la luz me pruebe
miles de años y en mí se prueba
entre los lindes de fuego se prueban mis solos pensamientos
VII
Cada vez más debo apreciar la luz
por un huequito
Amaneció nublado así en mi vida
A veces da el sol de pleno
a veces llega una poca de luz
en la noche
a veces mucha
muy entrada la noche
VIII
Algo duele la luz no está cerca
el perro se queja
de un nuevo dolor
es la respiración
la espera
algo que se sostiene en el estómago
IX
Tú no estás tocada por la luz
tú eres la luz
tus venas son de luz
tus palabras son de luz
tus ojos son la luz
que mira las cosas
y las descubre
Voy a arreglar el mundo
para que tú lo veas
Abrazo
Ella es la luz.
Ella una fuente que tierna se dobla
cierra él su frente
sus rumores violentos vulnerados
en su estómago de pronto suave
porque ella es la luz
es la fuente que tierna se dobla
A un lado corre el río de la muerte,
en el centro, invencible, corre el de la vida
mi hija va alzada en él
A mis lados corren los riachuelos sucios
del dinero, la peste, y la corrupción
Yo estoy vivo y de pie y miro imperturbable
y soy capaz de hacer algunas bromas.
Veo a mi mujer que me mira
y sé que ella no sabe
qué tan profundo veo en estos ríos
Ciudad
Sostenida por columnas de leve roce
amada en ámbitos familiares y silenciosos
es el último animal de un circo que quisimos
sus bancas en la luz son los verdaderos atrios
altares donde nos sentamos para ser bendecidos
con los ojos cerrados
Despertar
Confirman mi existencia
estos piélagos extraños
estas costas insaboras
la luz pausada en el párpado despierto
La noche sacude su perdurar de lienzo
su presencia de fantasma
En mi luz de cuidadoso ámbar
me protejo del entierro
en la noche imaginable
Las calles son vírgenes
huele a descubrimiento intacto
y la curiosidad elabora sus primeras flechas
Romeo mis ojos y mi olfato
Romeo henchido y oloroso
pero respetaré a estos naturales
y habrá noches pacíficas
para nosotros los extranjeros
Soy un sentidor de cien tentáculos
Cuando decido no hablarte
uno se estira ansioso
por eso siempre pierdo
carezco de estrategia
mi voluntad es pedir
decirte lo que quiero
Me ves como a un monstruo cariñoso
me mandas un beso o dos para que duerma tranquilo
y casi así lo hago
Lecturas
Entré hasta el fondo de ti
Después te leí Odisea 2001
Algunas noches nos electrizamos con poemas
de Brodsky en el exilio
Bajamos por el abismo translúcido
de Celan y sus estrellas nuevas
Festejamos las noches
con Gonzalo
y las puertas libremente abiertas
y en los labios un agradecimiento callado
Pero lo mejor fue haber tenido manos
y brazos y piernas
y haber tenido un baño para nosotros solos
Mar que no enfría la tarde
doméstico
y salvaje animal
encadenado al puerto
Más noche
en el cuarto de hotel
lo escucho azotarse
y desmoronarse
contra la orilla
En el delirio del sueño
en el vendaval
se desancla de la negra ribera
avanza en su sombra el chapuceo
y sin mayor escándalo
se desliza bajo mi cama
así sigiloso
se ha guardado en la memoria de mi oído
A mi hija
Está bien que hayas venido
mientras seas eterna
en mi vida
O yo te sea eterno
aunque no lo sea
o un camino para que me sigas
aunque no me sigas
pero si sí: rubí
Hay que saber vender, dijiste
coquetea con el público,
propón la belleza de lo fácil
Me volví escritor norteamericano
me gustaron las rocas y los viajes
hablé menos de mí
recorrí la tierra de las oportunidades
-el mundo es del que tiene talento-,
me volví elástico como el chita
fui hábil
en la noche pensaba como Ray Brabdury
en la mañana como pistolero
No soy de esta tierra temerosa, dije
no escribiré versos confusos alrededor de mí,
de la casa o de mi árbol
Escribiré el patio y el jardín
como buen norteamericano
Surgió mi gusto por el mundo
el morir un punto lejano y zen
las nubes violáceas sobre el horizonte
El viejo taxista y yo
vamos hacia el mismo lugar
por la misma avenida
él tiene el cabello nevado
lo miro y entiendo
se dice le así no porque se parezca a la nieve
sino por la vejez de los cerros
mis canas seguro tienen más caché
el viejo conduce ligero
sobre las calles mojadas
al llegar le pregunto cuánto es
me cobra cinco pesos de más
No todos los viejos se merecen un poema
Giro en torno a los años como abeja perecedera,
Acuden palabras que no quiero decir : Caducará
Los años pasan de prisa.
Soy como una abeja: me queda poco tiempo.
Me acerco cada vez más al tronco de los años,
giro con el año, qué rotación es ésta,
qué movimiento traslatorio,
tan extraño transensorial.
Cúpula del día, el tiempo era un camino (no así):
pasando una reja, la piel cobriza.
Hay que salir al mundo.
De pronto veo los primeros escapes:
la disciplina meditatoria
el viaje por los fenómenos del mundo
el estudio concentrado página por página
Todo lo que sea minuto a minuto.
Señor, le recomiendo que salga de su casa
carpe diem.
Desenlace
"-Un siglo sin ti no tiene lógica
-Ya te lo he dicho, nos llevaremos mejor
si haces un esfuerzo por no sonar como la última novela de moda"
Pero enloqueció
derribando las tazas de porcelana de la pequeña mesa
de té
haciendo volar el polvo de su rostro y senos
cuando supo de la muerte del conde
Mayoría de edad
Lo tocaste
con tus yemas más suaves
como diciendo: te quiero a ti
animal listo
para la muerte
Suspenso
Llegamos al final del camino
sin saber que era un camino
que era un final
y había que despedirnos
no hallábamos guantes a la medida de aquella despedida
nos fuimos pensando
si realmente necesitaríamos aquellos guantes
o si debimos de quitárnoslos
Cielo
Flotó una hoja del penthouse
la soltó un vestido negro podría decirse: musulmán
bajo el tamiz de una ventana
planeo al frente y atrás junto a la enredadera
A la izquierda, derecha, informe
y como una alfombra voladora
cayó en picada
una dos tres veces
como paracaidista
fue tenue su caída
de-posi-tar-se en la banqueta
la mujer suspiró
negras sus fosas nasales
y desapareció su dedo fino
Los términos del viaje
Cuando veo a un viejito por el pasillo del ADO
rumbo al baño, con seguridad,
me digo: ahí voy, rumbo al infinito
Soy una montaña, ay, soy una montaña
porque todos nos parecemos a nuestras ciudades.
Soy un árbol, nieto de árboles, un hijo adoptivo, quizás un impostor,
quisiera ser el huésped más estable.
Me autonombro embajador, enemigo de las máquinas, de las destrucciones forasteras.
Soy un vigilante, un centinela, un velador, hijo de ciudad,
de sus ubres que me dieron juventud, de sus pastos verdes, tremendamente verdes.
No tengas hijos, madre, por unos días no, ten una laguna blanca y estrellada
por lo menos en un viaje, ten unas flores,
el mensaje adentro del cuello de las flores: ese mensaje es para ti
y es toda la noche y sonríes.
Yo aquí voy, mitad huérfano, pero a paso seguro, sin perderme, por el mismo camino.
Toma, soy una alcachofa, aquí dice: toma una parte y cómela.
No habremos de dejar de sentir,
somos como un pulpo que separó sus partes al caer sobre nosotros una extraña
guillotina.
Somos un resto de tentáculos amantes.
Ah qué agitación en este mar, en este mar interno en este mar,
en esta punta de la ola. Toma, ve mi corazón, detente,
cuando te asustes voltea a ver mi corazón,
veo en tus ojos que sabes de qué hablo,
cuando te asustes voltea a ver.
El amor es una daga blanca en estos tiempos
una zona precaria, un cuerpo sin piel
blando y soleado como los moluscos
una persistencia de la frente, una voluntad,
La Voluntad:
Tambor que cruza la calle a paso seguro,
son las compras del supermercado, las compras diarias,
las caminatas diarias bajo el sol.
Hay una sombra en mi boca, una rosa aplastada, un sentimiento enorme
de ombligo umbilical, hay una navaja que no sale en cada mano
un alfanje mortal, hay terror para los forasteros,
hay un rifle apuntando desde mi ventana, unos puños recios como la sal,
como la sangre, como el interior amargo en las fosas nasales,
como la prueba final, como el momento definitivo para dos, como la carne enredada,
como el momento más real.
Hay unos puños en mis ojos, hay unas dagas, duermo con espadas, soy un jardín de
armas
soy un aire irisado de peligro, un cuerpo acostumbrado a respirar un aire que quema,
que exhala fuego en las narices, que mira, acecha, tiembla, y está alerta,
que siempre sabe cómo actuar.
Soy hijo de ciudad, defensor de mi cuarto y de mi casa, soy el centinela,
los pies pesados. Soy quien está al acecho, soy quien tiene el control.
Tender is the night
Viento: diamante seco en mis pulmones
Sentir: profecía del instante
Miro la luna ennoblecerse
rociar con sus pétalos mi aire
y por vastos corredores endulzar a las estatuas
Suave es la noche
mi corazón un frasco de perfume
Cuando muera los árboles se moverán de sitio
para ir al lugar donde está la memoria
el cielo mostrará el azul que enseñó en mi infancia
blandiendo el corazón como una llama ardiente
Los héroes que fui habrán gozado de su fuego
los mártires también serán recompensados
el mal hijo será hallado bueno
Agua y nubes se moverán
desde lo alto hacia lo bajo
sin saber del cielo o del infierno
Cuando caiga
cuando en realidad caiga
diez o cinco manos me sostendrán
y así sabré lo bueno que alguna vez di.
Es diferente la sábana que imaginaba
es más bienhechora y cálida.
Las manos son dulces
-las manos siempre son dulces-
por ellas se tiende un calor que dice: yo te reconozco
EN ESTE BAZAR hebreo neoyorquino de las calles
indiferente a mis rostros más amados
te busco entre la gente
como si corriera en un pasillo despejando miles de cortinas
llego a la noche alumbrado por estrellas sin oriente
y hay un aire de ti que la delinea
que hasta me laten besos en las sienes
Si la noche es esta frontera
tú estás mirando allá
desde los altos cristales
Serás independiente. Nos dejaremos de ver.
Te amo y me amas pero debes ser independiente.
Nos encontraremos en una comida. Tú en una mesa yo en otra.
Estaremos serenos, serás independiente.
Con mi hermano el guía del campamento- saldrán de expedición,
te extraviarás en la neblina, resbalarás por una pendiente
no tan inclinada: el pasto muy verde y húmedo,
la niebla cubriendo los montes superiores,
buscarás a tientas el camino de regreso entre las púas,
hallarás caminos falsos, toparás con extraños troncos,
y sin saber cómo exactamente llegarás al campamento
cuando arda la celebración en la fogata
- Lástima que te hayas perdido, te dirá al pasar, mi hermano.
Saborearás la comida: entenderás el sabor de la carne cocida por la leña.
Hoy dormirás a la intemperie, porque así es el amor:
tú debes estar lejos de mí y yo de ti.
Carbón y aire
Después de ti
Velé en dos carbones de santuario
hasta que el anfitrión de la noche perdió tus ojos
entre tanto diamante en bruto
Ya no hay flamas detrás de tus párpados, lo sé,
te ha sorprendido la vida con tus brazos intactos y cuidados
con tus libretas libres de polvo en la habitación fresca,
y es triste que un día te llamará ese suéter
donde el amor es un perfume imposible de lavar,
y sacarás la ropa con cuidado, una por una de su cesto en la azotea
y una a una las pinzas se te enredarán entre las sábanas
bajo un cielo que es tu casa, insistes, que es tu padre,
cortarás luego en tu sala una manzana con esmero.
Un día tu prisa morirá bajo la lluvia
como un camino que detiene su marcha
y tu garganta cantará en la madrugada
lo que la almohada reza sin tregua en el oído.
Todo el día será canto.
El ave que sobrevuela la ciudad pintará un gris
como dos aguas que de pronto se mezclan
en alta, trémula y callada plata
El lobo más antiguo de este barrio
saldrá por la avenida
antes que alguien lo imagine
meciendo su pelaje
por milenios encerado
Justo a las 2 pm
hora del tráfico
para temor de quienes imaginen
se trata de un juicio final
y mucho se sabrá
cuando salga a las calles
avance por la recta del centro
muy lentamente
como si no fuera un lobo
sino mil lobos
y mucho se sabrá del hombre cuando llegue
con el ceño fruncido
la respiración pausada
oliendo el aire fresco
como si para él
siempre hubiese sido natural
De navegaciones
Dormido
ciego sordo y muro
ojo adentro de mi ojo
poza adentro de mi poza
nada una mujer desconocida
verde que no dura Nilo
del que bebo origen cada noche
los árboles corren en mi frente sus grabados
la mano sueña que escribe
y extiende al buró una joya
envuelta en papel mojado
vuelvo al agua en amada tutela conducido
bajo un aire favorable
Cuando me tocan
soy del otro
es fácil amaestrarme
por eso ando siempre cubierto
y desde mi trono de granito
no regalo una palabra
Adentro un lobo corre grandes llanuras solitario
la mano de mujer es un guante
un arma blanca
no sé aún quién la maneja
Deconstrucción
Imperio de estrellas reticentes
me cierra el paso a más altura
ejercita tu lenguaje de niño, dicen,
el momento es debajo de nosotras.
deshaz el nudo,
deshaz el nudo de tu cerebro oscuro
Una vez me comí el telson, el caparazón y todo
de unos bichos al mojo de ajo
y no sólo degusté un plato sino dos y unos plátanos fritos
antes de ir al mar
de ir a caminar por la orilla difuminada prenocturna
con las amigas que acababan de llegar
[Poseidón no existe]
No diré aquella noche la pasé mal
hasta vimos una película de terror.
Dormí, como se puede dormir en costa,
asaltado por múltiples espabilaciones
sudando leve junto a un cuerpo.
Hasta qué el sol secó mis ojos como a dos tazas vacías.
el regreso fue de noche y fue calmo,
la carretera con sus luces que mantienen en vilo,
Ya no cargamos gasolina.
Regresé a mi casa satisfecho en todos sentidos,
hasta quemado.
Un éxito.
Pero me fue difícil descansar a gusto,
cuando lo natural hubiera sido que el cansancio me venciera.
Más tarde, rayando el sol,
me acució el vómito y el tesnemo:
los caparazones no habían sido vencidos por mi boa constrictor
ni los telsons:
casi enteros salían los triunfantes camarones
devueltos al agua, victoriosos, reencarnantes,
en busca de su nuevo cuerpo
con todo y mi alma.
Mi valiente amiga igualmente sufría
no la venganza marina sino la apolínea
era una blonda y recta quemadura,
hasta el color crustácico.
La compadecí desde mi cuarto
[Poseidón son seres diminutos].
Hace algunos días hablé con Octavio Paz por teléfono, le había mandado mis poemas hace tiempo y tallereábamos. Yo leía un poema y él me decía (hojeando su versión) cámbiale esto, o, debería ir tal o tal cosa, yo anotaba. Le dije: ¿le leo un poema? (no estaba tan seguro de él) me dijo: "sí sí", y comenzaba, al principio con titubeos y después me llevaba el ritmo. Le pregunté: ¿cómo ve? "bien bien", me decía, "con garra. En esta época los poemas deben ser contundentes".
Si mis poemas no pueden ser sentidos
aunque tal vez dicen lo contrario
o nadan con espaldas aparentemente indiferentes,
si no tienen un vínculo lejano (aunque no declaro nada)
si hay un hilo, un hilo de araña,
si hay un nudo de tensión sobre mi propio cuerpo
sobre el que rebota cualquier espada macedónica
Digo, que si los poemas y su espacio alrededor
que habla de quelque chose
de un viento
de un viento viento
sin helicópteros
(y no aludo a ninguna imagen ni quiero)
si no extienden un hilo, un hilo de araña,
un nudo de tensión sobre mi propio cuerpo
entonces no valen la pena.
EL VERANO MALTRATA como las Cumbres,
nos abre los ojos
de inmediato sabemos: somos de nadie
somos bastante de nosotros
son nuestros estos límites
Nos llena de venas callejeras
y de un cuerpo que responde sí porque sí al sol
nos crece una conciencia por el tallo
de ser hacialoaltodependientes
si nos invitan comida la comemos
cuando pasa una piel hermosa se va con ella el pensamiento
el verano no da tiempo de pensar
refuerza la piel, estruja las ideas