Dos casi de la misma estatura
Sí fui inocente,
entré con descuido al amor,
de un paso grande.
De inmediato gané el odio de los Capuleto
el odio al extranjero, la sentencia.
y casi ya no lo fui.
Perdí sangre, gané polvo,
calles hostiles, imagen technicolor del mundo.
Pero durante tres noches hubo una leche protectora desde las estrellas
unos brazos de árbol viejo
que eran cielo
y finos dedos
Después comenzó la cacería,
soltaron al perro alegre
nació la intermitente electrificada corona placentaria,
la persecución a toda hora, a toda tarde, la era sin descanso.
Perdí un nombre y gané otro
perdí una piel y gané otra.
El mundo era un globo aerostático y yo era el alfiler fatal
Corrimos hacia tu consultorio
Corrimos hacia el patio en sombras
exprimimos el amor
corrieron los riachuelos ante los jurados de la noche
surcaron las mentiras en el aire fresco
se pulieron como el cuarzo en la superficie de la noche
cayeron como cristales ingenuos
Latió nuestro carrete de la sangre
se movía escalones adentro de nosotros,
tus mejillas estaban encendidas. Todo fue muy sangriento.
El pueblo de veces que te esperé en aquella esquina
unidos por un hilo fino umbilical transparente pasadizo
la noche de los ojos y las estrellas y dos
casi de la misma estatura Estás alto, dijiste,
te dije lo que yo te dije, no sé lo que te dije no recuerdo
no importa, pudo ser cualquier cosa.
Ahora soy como un lobo, y no tiene relevancia
salvo que los pelajes son hermosos.
Me puedo quitar esta piel en cualquier
y dormir desnudos.
Escucha la barahunda; los toneles de los primeros carros,
los motores fríos entrando en calor y alejándose
lo que transcurre en tiempo presente
los pájaros se despliegan de los cables
como bostezo bala hacia el horizonte
tus cabellos en la almohada,
un ovni, la ventana,
no estaba enamorado,
era mi casa, el mundo.