Mar que no enfría la tarde
doméstico
y salvaje animal
encadenado al puerto
Más noche
en el cuarto de hotel
lo escucho azotarse
y desmoronarse
contra la orilla
En el delirio del sueño
en el vendaval
se desancla de la negra ribera
avanza en su sombra el chapuceo
y sin mayor escándalo
se desliza bajo mi cama
así sigiloso
se ha guardado en la memoria de mi oído
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